El Síndrome de Túnel Carpiano (STC) es más prevalente en mujeres que en hombres, con una frecuencia de 9.2% en mujeres y 6% en hombres. La edad promedio es de 40 a 60 años, la diabetes, sobrepeso, hipotiroidismo y el embarazo son factores de riesgo para sufrir de esta condición, además de historial de realizar movimientos repetitivos con las manos.

Para diagnosticar esta condición es necesario analizar los síntomas clínicos, además de una prueba de electrofisiología para confirmar una neuropatía por atrapamiento en la zona del túnel carpiano. El STC estudiado por primera vez por Paget en 1954, menciona que es una neuropatía por atrapamiento común que afecta aproximadamente al 3,8% de la población. Una neuropatía se refiere a la lesión del nervio causada por mecanismos de compresión y tracción, causando alteraciones en la microcirculación del nervio, lesiones en la vaina de mielina y alteraciones del tejido conectivo que rodea al nervio. 

A continuación, se detallan datos relevantes e información importante, como: ubicación, causas, síntomas, tratamiento y prevención del Síndrome de Túnel Carpiano. Cabe mencionar que esté presente artículo tiene fines informativos y educativos, no puede reemplazar a la evaluación exhaustiva de un profesional de salud.

 

Anatomía del Túnel Carpiano

El túnel carpiano es un canal óseo poco profundo, en forma de U, formado por los huesos del carpo, con el ligamento carpiano transversal que encierra el lado volar abierto. El túnel carpiano es un canal no elástico y estrecho para que el nervio mediano y los 9 tendones flexores viajen desde el antebrazo hasta la mano de forma ordenada.

El nervio mediano está formado por fascículos del cordón medial y lateral del plexo braquial. Después de llegar al codo, el nervio mediano envía axones motores para inervar varios músculos: el pronador redondo, el flexor radial del carpo, el palmar largo y el flexor superficial de los dedos.

Causas y Factores de Riesgo en Síndrome del Túnel Carpiano.

Aunque existe el consenso sobre que la causa más común de esta condición es por la compresión y lesión isquémica del segmento corto del nervio mediano dentro del túnel carpiano, esta visión puede ser reduccionista y al ser netamente biomecánica, no toma en cuenta factores sistémicos o psicológicos que pueden contribuir a la aparición de esta condición. 

Desde un punto de vista basado en las estructuras, se conoce que la presión normal del túnel carpiano es inferior a 5 mmHg con la muñeca en posición neutral. La presión aumenta con la actividad, como en la flexión y extensión prolongadas. Las fuerzas de compresión aumentan la presión dentro de estructuras anatómicas que no son flexibles. La presión alta o sostenida en el túnel carpiano impide la microcirculación en el nervio mediano, lo que provoca una disminución de los potenciales de acción, desmielinización del nervio provocando una degeneración axonal, provocando así la sensación de parestesias u hormigueos. Por lo que, se podría describir como una neuropatía por atrapamiento con síntomas en el nervio mediano en la zona anterior de la muñeca y dedos. A los nervios no les gusta la compresión o la isquemia mantenida en el tiempo.

Si esta presión es lo suficientemente alta con una duración lo suficientemente larga e isquemia asociada, el nervio mediano comienza a desarrollar patología. Aunque el Síndrome de Túnel Carpiano puede resolverse espontáneamente, es común que los pacientes diagnosticados con STC recuerden síntomas similares en el pasado con un empeoramiento gradual o un patrón de recaída-remisión durante meses, años o incluso décadas.

Existen factores de riesgo que se asocian con la aparición del STC, estos incluyen posiciones extendidas con exceso de flexión o extensión de la muñeca, uso monótono de los músculos flexores y exposición a vibraciones. También se pueden encontrar factores de riesgo extrínsecos, los mismos pueden aumentar el volumen dentro del túnel mediante circunstancias que cambian el equilibrio de líquidos dentro del cuerpo. Dichos factores incluyen embarazo, menopausia, obesidad, insuficiencia renal, hipotiroidismo, uso de anticonceptivos orales e insuficiencia cardíaca congestiva. 

Mientras que los factores de riesgo intrínsecos dentro del nervio que pueden aumentar el volumen ocupado dentro del túnel incluyen bultos y cepas tumorales. Estos podrían ser el resultado de fracturas del radio distal, directamente o por artritis postraumática. Los factores neuropáticos incluyen afecciones como diabetes, alcoholismo, deficiencia o toxicidad de vitaminas y exposición a toxinas. Estos son factores importantes, ya que afectan el nervio mediano sin aumentar necesariamente la presión intersticial dentro del túnel carpiano. Los pacientes diabéticos tienen una mayor propensión a desarrollar STC, ya que tienen una menor aparición de lesiones nerviosas.

Existen también reportes de que factores psicosociales pueden influir en la aparición de estos síntomas, se describen factores como: alta demanda psicológica de trabajo, alta tensión y demanda laboral, menor influencia sobre su trabajo, bajo nivel de control laboral, alta angustia psicológica y bajo apoyo social. Aunque se necesitan más estudios para poder definir una relación directa entre los factores psicosociales y el Síndrome de Túnel Carpiano.

 

Signos y síntomas

Inicialmente la persona tiende a:

  • Despertar del sueño sintiendo entumecimiento o hinchazón en la mano, sin hinchazón notable. 
  • Dolor extremo de la muñeca que se extiende al hombro, con un hormigueo en la mano y los dedos, que se define como braquialgia parestésica nocturna.
  • En la mayoría de las ocasiones, el dolor cesa después de estrechar la mano, aunque la mano puede sentirse firme más tarde.

En la segunda etapa del STC, el paciente puede reportar síntomas como:

  • Aparición de la sintomatología cuando realiza una actividad repetitiva con la mano o la muñeca o si mantiene una posición específica durante períodos prolongados, como: conducir, levantar objetos o uso de la computadora.
  • Torpeza o confusión al usar sus manos para agarrar objetos, lo que hace que caigan.

En la etapa final se puede apreciar una hipotrofia o atrofia de la zona externa de la mano y el dedo pulgar (eminencia tenar).

 

Tratamiento y evolución de la lesión en Síndrome del Túnel Carpiano

Los tratamientos generalmente se agrupan en tratamientos conservadores y quirúrgicos. Es necesario determinar la severidad de los síntomas para determinar cuál es el tratamiento más adecuado.

 

Fisioterapia – Tratamiento Conservador.

En pacientes con síntomas bajos y moderados, se recomienda el uso de corticoesteroides y fisioterapia, educación terapéutica, inmovilización, uso de agentes físicos, terapia manual y ejercicio terapéutico. Estas intervenciones deben ser siempre planificadas en base a las experiencias previas y preferencias del paciente.

 

Corticosteroides:

Las inyecciones locales de esteroides parecen tener un beneficio a corto plazo, pero no a largo plazo. Se cree que esta decepcionante eficacia farmacológica en pacientes con neuropatías por atrapamiento puede deberse al actual conocimiento limitado de los mecanismos patológicos exactos.

 

Educación:

Se ha determinado que en neuropatías es importante conocer qué es lo que está pasando en nuestro cuerpo y por qué sentimos dolor con esta condición, esto ha demostrado disminuir el dolor y la confianza en la persona. También es fundamental tomar en cuenta los factores de riesgo modificables y aplicar estrategias para influir de forma positiva. De tal forma, que si existe enfermedades sistémicas y/o metabólicas preexistentes se debe derivar al profesional encargado para controlar esta condición, de igual forma si existen trastornos del sueño, además de incentivar a aumentar el tiempo de actividad física, evitar posturas mantenidas, posiciones forzadas y repetitivas.

 

Inmovilización:

El uso de ortesis o inmovilizadores han demostrado tener efectos beneficiosos sobre la calidad del sueño y el control del dolor, pero estos cambios ocurren a corto plazo y no deben ser usados como tratamientos principales, se recomienda su uso solo en la noche.

 

Agentes físicos y Terapia Manual:

Actualmente no se tiene evidencia de calidad que recomiende el uso de estas técnicas como tratamiento principal para el STC, sus efectos a corto plazo han demostrado ser sobre el sistema nervioso y no sobre estructuras implicadas en esta condición. El empleo de intervenciones multimodales ha demostrado ser más efectivas.

 

Ejercicio Terapéutico:

El ejercicio terapéutico aplicado bajo la supervisión de un profesional ha demostrado tener efectos beneficiosos en la condición de salud general de la persona, disminuyendo el dolor y mejorando la funcionalidad de la misma. Las movilizaciones neurales o neurodinámica no exhiben mejoras en relación con otros ejercicios, hay que recordar que el ejercicio terapéutico debe ser implementado de forma general sobre la persona, evitando movimientos que puedan generar mecanismos de compresión y tensión del tejido neural.

 

Tratamiento Quirúrgico.

El objetivo de esta intervención es la descompresión del túnel carpiano, esto puede ser de forma artroscópica o realizando una abertura en el antebrazo. Aunque la cirugía Síndrome de Túnel Carpiano generalmente es exitosa, el 25% de los pacientes no se benefician. Las complicaciones potenciales incluyen dolor a la palpación persistente síntomas, lesión neurovascular, complicación de la herida y fuerza de agarre reducida. Esta técnica debe usarse cuando los síntomas incluyen despertar nocturno frecuente, síntomas persistentes que causan deterioro funcional, no responder a tratamiento conservador y preferencia de los pacientes.

Actualmente el tratamiento más nuevo, la hidrodisección o la liberación del ligamento carpiano transversal bajo la guía ecográfica de médicos no quirúrgicos, se muestra prometedor con la evidencia de la investigación aún por venir.

 

¿Se puede prevenir?

Es una pregunta que no tiene una respuesta concreta, ya que cómo mencione anteriormente es generalmente por causa idiopática, es decir, de origen desconocido, por esto los médicos deben considerar el manejo de Síndrome de Túnel Carpiano de manera similar a otras enfermedades epidémicas y crónicas mediante el uso de educación y controles rápidos de rutina en las visitas médicas regulares (Wang, 2018). La manera más efectiva de prevenir es mediante la educación al paciente y cambiar la manera de pensar errónea de que solo se debe acudir al personal de salud cuando algo le duele o molesta, no por prevenir algo que pueda suceder en el futuro, buscar una cultura preventiva es lo que el personal de salud debería implementar. 

 

Referencias

  1. Carpal Tunnel Syndrome: A Summary of Clinical Practice Guideline Recommendations—Using the Evidence to Guide Physical Therapist Practice. (2019). Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy, 49(5), 359–360. doi:10.2519/jospt.2019.0501 
  2. Wang, L. (2018). Guiding Treatment for Carpal Tunnel Syndrome. Physical Medicine and Rehabilitation Clinics of North America.  doi:10.1016/j.pmr.2018.06.009 
  3. Radoslav Zamborsky, Milan Kokavec, Lukas Simko, Martin Bohac. (2017). Carpal Tunnel Syndrome: Symptoms, Causes and Treatment Options. A Literature Review. Ortopedia Traumatologia Rehabilitacja © MEDSPORTPRESS; 1(6); Vol. 19, 1-8 DOI: 10.5604/15093492.1232629
  4. Genova, A., Dix, O., Saefan, A., Thakur, M., & Hassan, A. (2020). Carpal Tunnel Syndrome: A Review of Literature. Cureus, 12(3), e7333. https://doi.org/10.7759/cureus.7333
  5. Wahab, K. W., Sanya, E. O., Adebayo, P. B., Babalola, M. O., & Ibraheem, H. G. (2017). Carpal Tunnel Syndrome and Other Entrapment Neuropathies. Oman medical journal, 32(6), 449–454. https://doi.org/10.5001/omj.2017.87
  6. Aboonq M. S. (2015). Pathophysiology of carpal tunnel syndrome. Neurosciences (Riyadh, Saudi Arabia), 20(1), 4–9.
About the Author: Daniela Samaniego
Co-CEo y Fundador de Build Motion Physiotherapy. Licenciada en Fisioterapia graduada en la UDLA. Ex nadadora y amante de los deportes. Aplicando la ciencia en la practica clínica respiratoria y traumatologica.

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