Está claro que dedicarse al deporte profesionalmente o aspirar a construir una carrera en esta industria incluye múltiples riesgos físicos. De acuerdo con el médico Jamer Werner, doctorado en quiropráctica de la Universidad de Western States en Estados Unidos, los atletas profesionales tienen un 45% más de probabilidades de sufrir lesiones que la población general.
De este modo, no es de extrañar que existan profesionales con formación en una maestría en prevención y readaptación de lesiones deportivas, que se encargan de trabajar de la mano con entrenadores y deportistas (aficionados y profesionales) para evitar y rehabilitar lesiones.
¿Cuáles son las lesiones deportivas más comunes?
La mayoría de lesiones deportivas necesitan rápida asistencia para asegurarse de que no dejen secuelas y el deportista pueda recuperar su rutina lo más pronto posible. Sin embargo, algunas son más graves que otras.
Por ejemplo, una conmoción cerebral necesita atención inmediata para asegurarse que no haya complicaciones. Esta sucede cuando el individuo recibe un golpe en la cabeza, ocasionando un movimiento brusco y rápido del cerebro. Puede provocar fuertes dolores de cabeza y pérdida de memoria temporal, pero no afecta significativamente la rutina del atleta por un periodo prolongado.
Por otro lado, hay lesiones que sí necesitan de fisioterapia para mejorar. Una de las más frecuentes en deportistas es el desgarramiento o el esguince del ligamento cruzado anterior, estos ocurren debido a un cambio de dirección o aterrizaje brusco, y son especialmente comunes en jugadores de fútbol, baloncesto y deportes similares.
También son comunes las lesiones en los tejidos blandos, es decir, en los músculos, tendones y ligamentos. Esto sucede debido al uso excesivo del músculo en particular y se presenta frecuentemente en el tobillo, a través de un desgarre muscular o esguince.
Otra lesión bastante conocida es la epicondilitis lateral o codo de tenista. Este se caracteriza por un dolor intenso y se produce por su utilización constante. A pesar de su nombre, esta lesión no se limita a tenistas profesionales, sino a todos aquellos deportistas que empleen constantemente los músculos de sus brazos.
Finalmente, otros músculos que sufren a menudo son las espinillas. Este se debe al esfuerzo desmedido de la tibia y se manifiesta a través de dolor intenso en el músculo.
¿Cómo funciona la rehabilitación de lesiones deportivas?
Es crucial que el deportista se tome el tiempo para recuperarse ya que de retomar muy pronto su rutina normal podría ocasionar lesiones permanentes. Así, la rehabilitación se da en varias etapas para asegurar la recuperación total.
En primer lugar, debido a que los primeros síntomas de una lesión deportiva son el dolor y la hinchazón se busca disminuir sus efectos. Generalmente, a través del uso de hielo y calor o masajeando el área afectada.
En segundo lugar, una vez la hinchazón se ha reducido, se inicia la rehabilitación física. Esta etapa depende en gran parte del músculo afectado y el nivel de dolor del atleta. No obstante, el fisioterapeuta frecuentemente comienza con ejercicios sencillos de estiramiento.
Luego de recuperar la movilidad, se debe recuperar la fuerza muscular. Esto se realiza a través de otra serie de ejercicios que serán asignados por un profesional, teniendo en cuenta el deporte al que se dedica el paciente.
El resto del tratamiento dependerá de la evolución del paciente y las observaciones del fisioterapeuta a cargo. Además de ejercicios y masajes, también se suele utilizar la electroterapia y el vendaje muscular.
La fisioterapia ha avanzado a pasos agigantados desde su creación en la antigua Grecia por Hipócrates. De este modo, es preciso que tanto los atletas profesionales como los aficionados acudan a un experto para practicar deporte de manera segura y evitar lesiones permanentes de cara al futuro.