Tradicionalmente se ha establecido la idea de que la principal herramienta del fisioterapeuta son las manos, esto debido a que en los últimos años el uso de técnicas manuales se han popularizado y estandarizado en el tratamiento de la mayoría de las lesiones y dolencias, llegando a creer que su aplicación es milagrosa y puede curar tejidos, alinear huesos o eliminar “nudos” en los músculos, pero ¿es esta la verdadera herramienta principal de los fisioterapeutas para ayudar a las personas?

Para poder responder a esta pregunta es necesario tomar en cuanto tres puntos importantes:

Historia de la Fisioterapia.

Desde la edad antigua el uso del movimiento, agentes físicos (calor, frío), masajes e hidroterapia sirvieron para tratar el dolor de las personas, personajes importantes en la historia como Hipócrates, Esculapio, Galeano, entre otros ya describían los beneficios del uso de estas técnicas. Desde la antigua Grecia se apreciaba la utilidad del ejercicio para el mantenimiento de la salud, pero no es hasta 1813, donde Pehr Henrik Ling considerado el “Padre de la Gimnasia Sueca” funda el Instituto Central Real de Gimnasia, aquí se empieza a emplear el ejercicio para el tratamiento de las personas con diversas enfermedades.

En el siglo XIX la fisioterapia toma mayor relevancia en relación con los eventos de la época, guerras mundiales y epidemias globales hacen necesaria la aparición de profesionales que ayuden a recuperar las funciones motrices a niños, adultos y adultos mayores. Durante el estallido de la poliomielitis en los años 30 y 40 sobresale la enfermera Elizabeth Kenny, quien empezó a asistir a las personas con esta enfermedad mediante el uso de técnicas de movilización activa y pasiva para evitar la pérdida de la función de sus músculos y su sistema nervioso.

Estas prácticas iban en contra de la práctica médica tradicional de la época que recomendaba la inmovilización de los miembros afectados para protegerlos de posibles daños y que las contracturas musculares necesitaban un abordaje quirúrgico que incluía la amputación. Kenny estaba convencida que la persona con polio necesariamente debía jugar un rol activo en el tratamiento, conociendo la función y nombre de sus músculos para evitar su deterioro. Esta intervención fue criticada fuertemente por médicos y otros profesionales especialistas en la rehabilitación de la época, estos creían en la inmovilización y veían peligroso al movimiento, algo muy parecido a la actualidad ¿verdad?

En los años 50 con la creación de la Confederación Mundial de Fisioterapia WCPT, hoy World Physiotherapy, y la definición de la OMS de la fisioterapia como la ciencia del tratamiento a través de medio físicos, ejercicio terapéutico, masoterapia y electroterapia, la fisioterapia ha ido avanzando con la globalización y el marketing, dejando de lado sus bases en el movimiento para estar influenciada por la tecnología y técnicas de moda con baja o nula evidencia científica que avale su uso.

Evolución del Ser Humano.

Desde hace 300.000 años el ser humano ha evolucionado con un solo objetivo, sobrevivir. Para poder cumplir su meta ha tenido que moverse de forma obligatoria para buscar comida, refugio o agua, caminar millones de kilómetros para mantenerse vivo y poder perpetuar la especie.

A lo largo del tiempo ha tenido que adaptar su cuerpo a las necesidades de su entorno, por lo cual, desarrolló un cerebro ágil, huesos fuertes, articulaciones resistentes y músculos potentes que le permitan relacionarse con todo su ambiente. No tuvo opción de elegir el ejercicio como un pasatiempo o entretenimiento, era una necesidad para poder mantenerse saludable y no ser eliminado por otras especies.

Con el desarrollo de la especie y la aparición de las ciencias, en especial de la medicina y la tecnología, hoy por hoy ya no necesitamos movernos demasiado para comer, existe el servicio hasta la puerta de tu casa, cada vez estamos programándonos para ahorrar energía y nos movemos menos. El ejercicio que antes era una obligación ahora es una opción y se lo ha infravalorado a “salga a caminar 30 minutos”.

Evidencia Científica Actual en Fisioterapia.

La fisioterapia al ser una ciencia se encuentra en constante transformación, lo que hace pocos años pensábamos tenía eficacia para el tratamiento de diversas condiciones hoy aparecen sin ningún beneficio, pero esto es normal y pasa en todas las ramas de las ciencias de la salud, aunque cueste mucho aceptarlo y ponerlo en práctica.

Varios estudios clínicos y revisiones han demostrado hasta la saciedad que la mayoría de los agentes físicos no cumplen un papel decisivo en la recuperación de la función, a tal punto que da igual colocar el ultrasonido o magneto apagado, su efecto placebo sigue siendo el mismo. 

Recientes estudios han determinado que el uso de la terapia manual y/o instrumental no producen los efectos que se creían en el cuerpo, es decir, no se puede con las manos romper adherencias, zafar “nudos” de los músculos, realinear la columna o estirar los músculos. La terapia manual tiene un potente efecto sobre nuestro sistema nervioso y endocrino, liberando sustancias analgésicas en nuestro cuerpo que nos hacen sentir mejor, pero de forma momentánea, siendo propensa a crear dependencia como si de un fármaco se tratara.

Actualmente la técnica con mejores resultados para el tratamiento y prevención de la mayoría de las lesiones y enfermedades en personas de todas las edades es el EJERCICIO. El ejercicio terapéutico prescrito de forma correcta tiene el poder de reparar tejidos mediante el mecanismo de mecanotransducción, proceso por el cual las células convierten un estímulo mecánico en una respuesta bioquímica, gracias a esto los huesos, músculos, tendones y ligamentos mejoran su composición, su fuerza y resistencia tras una lesión, manteniendo sus beneficios a largo plazo.

Además, el ejercicio ha demostrado disminuir hasta el 60% de tamaño de los tumores, mejorar la densidad ósea disminuyendo el riesgo de padecer osteoporosis, regula la presión sanguínea y previene la formación de placa (grasa) en las arterias, ralentiza el envejecimiento de la piel, potencia las funciones del sistema inmune y respiratorio, mejora las funciones cerebrales como la memoria, disminuye la grasa visceral, tiene efecto analgésico disminuyendo la producción de sustancias proinflamatorias que provocan dolor, entre los principales beneficios.

Conclusión.

Habitualmente se cree que la herramienta principal del fisioterapeuta son sus manos, atribuyendo la recuperación de las personas como si tuvieran poderes mágicos únicos, pero las manos no son capaces ni de alinear huesos o zafar “nudos” musculares.

La fisioterapia a lo largo de su historia ha estado ligada al uso del movimiento, agentes físicos y técnicas manuales para el tratamiento de dolencias y enfermedades, pero el ejercicio ha sido la técnica que le ha permitido sobresalir e instaurarse como una profesión necesaria para mejorar la calidad de vida de las personas.

El ejercicio ha dejado de ser una obligación para que el ser humano pueda sobrevivir y se ha convertido en una opción, pero es imprescindible para el correcto funcionamiento del cuerpo, el sedentarismo es la nueva epidemia que ha llevado a la población a ser más propensa a enfermedades y dolencias, de tal forma que el ejercicio es fundamental como tratamiento y prevención de estas, debido a los beneficios que tiene en todos los sistemas corporales. 

Los fisioterapeutas deben ser conscientes que la profesión se encuentra en constante cambio y es necesario desaprender para poder aprender de nuevo, tomar el rumbo adecuado de las intervenciones que de verdad ayudarán a nuestros pacientes, sin dejarnos llevar por las modas y el marketing que invade cada vez más a nuestra profesión.

¿Estamos listos para cambiar la imagen de nuestra profesión y dejar de ser vistos como los masajistas del equipo de salud?

 

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About the Author: Jonathan Baldeon
Co-Ceo y Fundador de Build Motion Physiotherapy. Licenciado en Fisioterapia graduado en la UDLA. Joven Investigador, apasionado por la fisioterapia y el ejercicio. Partidario de la practica basada en la evidencia y el movimiento como la mejor medicina.

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